Mi Experiencia como Miembro de LRASF

Las oraciones son el pilar de las Vocaciones

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Ernesto Aguiñaga García

Es un placer para mí, el compartir mi vivencia dentro de esta pastoral. Quisiera comenzar mi redacción compartiendo la manera en la cual comencé a formar parte de este apostolado, fue el día del “Initium” (que se vivió con gozo y jubilo el día 12 de agosto de 2024 a las 10:00 horas.), al momento en que se terminó la celebración Eucarística de dicho evento, yo me encontraba dentro de las instalaciones del Aula Magna, cuando me disponía para salir de ahí, me llamo el Padre Efrén, lo cual se me hizo un poco raro, pero pese, “bueno, que sea lo que Dios quiera». Cuando me acerqué con el Padre en cuestión, le dije, “¿Qué paso padre?”, y muy amablemente él me contesto, “te queremos invitar a formar parte de la pastoral de La Liga de Recíprocos Auxilios entre el Seminario y los Fieles”. A los instantes en que me hicieron la invitación quedé sorprendido, pero a la vez con mucha alegría y esperanza, por lo que respondí, “Si Padre, quiero formar parte en esta pastoral».

Ahora, después de haber dado un panorama general sobre la manera en que inicie en este apostolado, me es propicio señalar acerca de mi experiencia personal. Un poco antes de iniciar las practicas pastorales como tal, se puso en contacto conmigo el seminarista Misael Llamas, para darme a conocer de manera general las ACTIVIDADES y la manera en que se trabaja dentro de esta pastoral, porque los integrantes del equipo deben proveer lo necesario para la PEREGRINACIÓN a nuestra Iglesia Catedral el día que corresponde al Seminario, los miembros de la LIGA, familia de seminaristas, etc. .

Por lo cual, iniciamos a trabajar, y creo que es una gran ventaja que ya había convido en diversos momentos con los integrantes del equipo, aunque si me daba algo de miedo, la manera en que me recibieron y hasta la fecha ha sido muy amable. Y es curioso, poque para esas fechas casi ningún compañero del seminario sabia a qué lugar iba a ir a desempeñar sus prácticas pastorales, pero yo sí, ya sabia y por ende mis compañeros también; lo cual era algo que me daba paz, porque ya sabia a donde iba.

Es un Apostolado muy enriquecedor para la formación, en lo personal yo creía que íbamos a ir a motivar o algo así a los miembros que conforman la Liga de Recíprocos Auxilios entre el Seminario y los Fieles, pero resulto todo lo contrario, ya que las personas son muy amables y hacen todo lo que esta a su alcance para ayudar en este apostolado, y a lo que he visto, no lo toman como algo más, sino lo ven como un mero estilo de vida. También es muy interesante la manera en que se trabaja, porque vamos a visitar diferentes equipos, por lo cual, he ido conociendo distintas partes que conforman la Diócesis de Aguascalientes; aunque casi siempre me pierdo cuando me toca manejar.

Ya para concluir, me gustaría hacer mención sobre los retos en los cuales me he visto inmiscuido en este tiempo de servicio pastoral. Creo que lo más difícil para mí, es el estar frente a un público y hacer dinámicas, ya que me es algo complicado. Solo que aquí ha sido un poco diferente, porque a pesar del propio miedo, las mismas personas, el Padre Efrén y mis compañeros, me han ayudado a ir superando poco a poco.

Bienhechores

LRASF