Hola mi nombre es Juan Diego Juarez Guerrero, tengo 21 años y soy originario de Encarnación de Diaz Jalisco, de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. Actualmente estoy cursado la etapa Propedéutica que se encuentra en Pabellón de Hidalgo, esta etapa tiene como finalidad que descubras y disciernas lo que Dios quiere para ti.

Y por eso quiero compartirte un poco de cómo fue mi proceso Vocacional y los desafíos que he ido superado dúrate mi camino, espero que mi testimonio te sirva de inspiración para que te animes y no tengas miedo de oír la voz de Dios y hacer lo que te diga tu corazón.

Desde que estaba pequeño me empezó a llamar mucho la atención cuando el Padre celebraba la misa y fue allí que empezó a nacer mi inquietud, recuerdo que les insistía a mis papás que me metieran de monaguillo, pero no me aceptaron hasta que hiciera mi primera comunión, cuando recibí al Señor por primera vez, ingrese al grupo con mucha ilusión cuando tenía 8 años, me gustó mucho servir y ayudar en mi parroquia.

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Desde pequeño empecé a trabajar con mi papá y después tuve varios empleos, en mis tiempos libres me gustaba ayudar en mi parroquia y estuve en varias pastorales apoyando como monaguillo, lector, adolescentes, sacristán, campanero, etc.,

Cuando salí de la secundaria tenía muchas ganas de entrar al Seminario Menor pero mi papá no me dejo, me dijo que hiciera primero mi prepa y que cuando terminará, si todavía tenía la inquietud el me apoyaría. También le platique esto a un amigo sacerdote y me recomendó lo mismo, que primero terminara mi prepa y ya después intentara vivir la experiencia del pre seminario. Cuando entré a la prepa, se me fueron quitando las ganas de entrar al Seminario, hasta el punto que lo descarté como una opción de vida. Al terminar mi preparatoria, decidí ya no estudiar por que pensaba que no era lo mío. Decidí tomarme un tiempo y pausar mis estudios, me metí a trabajar en varios trabajos trabajé en el negocio familiar, después trabajé en unos encurtidos y por último en una taquería durante 2 años. 

Un día fui a comer con un amigo Sacerdote en el que confiaba mucho, que tenía mucho tiempo sin ver, nos la pasamos muy bien y empezamos a platicar de cómo nos estaba yendo para ponernos en contexto de todo, y en el contexto de la plática me preguntó -siempre qué has pensado, que vas a hacer de tu vida, porqué le platicaba que estaba pensando en irme a Estados Unidos a trabajar, emprender mi propio negocio, estudiar una carrera, pero no sabía por cual decidirme o qué hacer.

Esta conversación despertó nuevamente esa inquietud que había tenido siempre cuando me dijo, – ¿ya no has pensado en irte al Seminario para que te despejes esa inquietud que has tenido desde que te conocí?, y le conteste rápidamente que ya no me veía allí y que esa idea la había descartado desde hace tiempo, a lo cual me contestó – cálale para que no te quedes con esa inquietud toda tu vida y después te arrepientas diciendo que por qué no lo intente -, y me volvió a insistir -inténtalo  y si no es lo que esperabas o no es tu vocación te sales y ahora si  haces la otras opciones que habías pensado, pero ya no te quedes con esa espinita. La verdad tenía miedo de intentarlo porque algo dentro de mi sabía que si lo intentaba me iba a gustar y me iba a quedar.

Decidí darme la oportunidad de entrar y efectivamente no me equivocaba si me gusto y me quede y hasta ahora todo lo que he vivido ha sido muy agradable y no me arrepiento de haberlo intentado, por eso si tú tienes inquietud sobre esta vocación no tengas miedo, veras que no te arrepentirás.